Quinta Conferencia Mundial sobre Productos Químicos ICCM5 en Bonn (25-29.09.2023)

por Volker Molthan, BUND e.V. (1)

La producción mundial de substancias químicas se ha multiplicado aproximadamente por 50 desde 1950 y se prevé que vuelva a triplicarse de aquí al 2050. Así mismo, crecen los retos que plantea la gestión sostenible de los productos químicos y sus residuos.

De hecho, las sustancias químicas contenidas en muchos productos y residuos o producidas para aplicaciones directas, así como la manipulación generalizada y a menudo inadecuada de las mismas, contribuyen en gran medida a las tres crisis medioambientales mundiales:  el calentamiento global, la pérdida de biodiversidad y la contaminación.

Las sustancias químicas nocivas para el medio ambiente y la salud lo mismo que sus residuos se encuentran ahora prácticamente en todas partes: en el suelo, los ríos y los océanos, en el Ártico y el Antártico, incluso en lugares tan extremos como la cima del monte Everest, en el fondo de las fosas marinas e incluso en la leche materna humana.

Según el Informe de Evaluación 2022 de la Comisión Lancet sobre Contaminación y Salud, cada año, más de 1,8 millones de muertes en todo el mundo están relacionadas con efectos de las sustancias químicas… ¡cada año!

Por un acuerdo más efectivo

La 5ª Conferencia Internacional sobre Gestión de Productos Químicos ICCM5 que se realiza en Bonn, Alemania del 25 al 29 de septiembre, busca abordar la implementación del objetivo del anterior acuerdo “Enfoque estratégico de la gestión internacional de sustancias químicas, SAICM (del inglés, Strategic Approach to International Chemicals Management) en cuya vigencia de 14 años (2006 y el 2020) demostró no ser efectivo en la reducción de la contaminación por substancias químicas y sus efectos sobre la salud humana. El carácter voluntario y no vinculante de dicho acuerdo es una razón importante del problema.  

Foto: Osoley CC BY 2.0

Se busca así, dar al marco político global un Acuerdo internacional que implemente las metas y fortalezca la gestión responsable de productos químicos y residuos. Debido a las medidas de pandemia, el evento tuvo que ser aplazado en varias oportunidades.

Hacia normas claras y vinculantes

Bajo la presidencia de la ministra federal de Medio Ambiente y Protección de los Consumidores, Steffi Lemke (BMUV), los delegados de más de 100 países de la comunidad mundial tienen como objetivo llegar a un acuerdo en la ICCM5, que sea acorde con la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible. Con normas internacionales claras y vinculantes para la gestión sostenible de los productos químicos y los residuos se deberían reducir al mínimo la contaminación y ayudar a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Playas en Ghana, África. Foto: Muntaka Chasant, CC BY-SA 4.0

En este contexto, es especialmente importante establecer una economía de reciclaje lo más libre de toxinas posible, para lo cual es necesaria la eliminación de contaminantes en todo el ciclo de vida de los productos y sus residuos. La transparencia a través de una declaración completa de los ingredientes químicos prescrita por ley es un requisito previo indispensable para los actores de la economía circular, como las empresas, los consumidores y las empresas de reciclaje.

Expectativas

Las expectativas detrás de la 5ª Conferencia Mundial sobre Productos Químicos en Bonn son altas. Desde el punto de vista de BUND e.V. (ONG alemana para la Protección del Medio Ambiente y la Naturaleza), un futuro acuerdo internacional -por así decirlo “Más allá de SAICM 2020″, debería incluir los siguientes puntos:

– Objetivos claramente definidos, medibles y rastreables.

– El desarrollo de medidas concretas para frenar la contaminación química.

– Normas y mecanismos de medición y seguimiento de la consecución de estos objetivos

– Acuerdos y objetivos vinculantes en virtud del derecho internacional

– Un mecanismo de financiación claro y permanente que permita prestar apoyo institucional, técnico y financiero, especialmente a los países más pobres del Sur global, para introducir la infraestructura necesaria, normas sociales y medioambientales más estrictas en la producción y uso de sustancias y productos químicos. Debe ser igualmente para la eliminación de las mismas substancias, de modo que puedan lograr una mayor seguridad en su manipulación.

En general debería reducirse significativamente el consumo de materias primas, sustancias químicas y productos, así como la generación de residuos. Una política de materiales ecológica es una contribución indispensable para atajar la crisis climática, detener la pérdida de especies y proteger mejor los derechos humanos en todo el mundo, así como para preservar un mundo habitable y libre de toxinas de forma permanente para todos nosotros y para nuestros hijos y nietos.

(1) Volker Molthan es Ponente del Círculo de trabajo „Residuos y Materias Primas” de la Organización No Gubernamental alemana BUND e.V. Contacto: v.molthan@arcor.de